
No es mucho, pero es un trabajo humilde.
Hace un tiempo estuve rentando un depa junto con un primo, pero el vato estaba bien pinche loco sexual, seguido llegaba con lava coches, inditos, morritos vendechicles, indigentes y hasta centroamericanos de las vías del tren. Mi primo, muy buen samaritano, les daba de tragar, los dejaba bañarse, o hasta les rolaba ropa o tenis; todo eso a cambio de coger o mínimo dejarse mamar la reata.